Los profesores somos por excelencia el catalizador que va formando la sociedad... amasamos durante horas personalidades, tenemos bellas oportunidades de impactar en la ideosincracia y actitud del adolescente... también los errores son duras experiencias, que en ocasiones tal vez uno ni siquiera aquilate en su momento la consecuencia.
Alguna vez una compañera decía que probablemente en áreas marginadas nosotros eramos el único modelo de un profesionista que algunos alumnos conocen y escuchan... los docentes creemos que lo que decimos en clase no cae en tierra fértil y nos cansamos y desesperamos por ello, pero los estudios demuestran que el joven si escucha, tanto a los padres como a sus maestros, tal vez en su rebeldía no de muestra de ello, pero si atiende interiormente y tambien necesita ser guiado.
Yo recuerdo que en mi adolescencia temprana cometí errores y yo lo atribuyo que por las caracteristicas de mi familia, nadie tuvo el tiempo u ocasión de decirme que era lo correcto o que era incorrecto o mal visto.. aunque suene difícil de creer. La adolescencia es una etapa en la que los bordes y límites no están definidos, vas para adelante y no quieres detenerte.
Un dia en clase de inglés estaba enojada por la falta de tareas y les sermoneé sobre lo que costaban los pa;aales, las latas de leche y de las oportunidades que se perdían por no reaccionar a tiempo y tomar decisiones y actuar, que todo costaba en esta vida y el no hacer tambien tenía un costo y un alumno que era muy indiferente a todo, me comentó: Maestra, ningún otro docente nos dice esas cosas, vienen dan sus clases y se van...a mi me asombró mucho, yo juraba que eso era parte de perfil, abrir los ojos a la realidad a los jovénes...
yo a eso le llamo aprendizaje significativo, que lo que el chico ve en el aula, impacte en su vida, tenga un contexto en ella, le sirva de algo o de perdida entienda la importancia de ello.
en dos días casi me quedo ronca... quisiera ser calladita.. de dedos y boca... no sería yo...