PIENSO, LUEGO EXISTO
Nuestra vida humana tiene un propósito: tenemos un destino ya sea relacionado con la vida después de la muerte o con la vida misma.
La primera pregunta es si todos los humanos tenemos un yo: el ego o el ser, o sea que existe en un cuerpo físico y que es consciente y racional, esto que el yo mismo, puede pensar, razonar y percibir. Atado a esto es la idea de que este ser pensante puede tener un propósito, su propia vida tiene un destino, segundo nos pide que esta entidad es diferente, pero relacionada al cuerpo.
El cuerpo es una entidad física o material, mientras el ser es espiritual o una entidad inmaterial, algunas veces llamada alma; como segundo punto está el que además el alma sobrevive la muerte de su cuerpo material. Como tercer punto también esta la polémica de creer si esta tiene continuidad después de la vida.
Platón asociaba la razón con el alma, y estos dos se oponían al cuerpo y a los deseos terrestres.
Si el alma dominaba al cuerpo y a los deseos impuros y le daba la espalda a las pasiones salvajes entonces esta alma pura iría a unirse con los dioses. Pero si el alma estaba al servicio del cuerpo y los deseos y placeres entonces bajarían al mundo inferior.
Aristóteles argumentaba que los humanos tienen un propósito y éste es alcanzar la felicidad usando la razón.
Aristóteles, alumno de platón, le dio una versión sexista al aclamar que la mujer no dominaba el arte de razonar de igual manera que el hombre, por ello, el hombre debía mandar sobre la mujer.
El afirmó que la esencia natural de los humanos era solo operacional en los varones.
Esto afectó el papel de la mujer en los siguientes siglos.
EVIDENCIA DEL ALMA
Agustín tomo la idea de Platón de que el ser humano es un ser racional, una alma no material que puede pensar y que es inconsciente, San Agustín en cambio dijo que con la ayuda de Dios, el ser puede controlar sus deseos y tiene el poder para permitir que la razón mande sobre la pasión.
Para los cristianos, el medio de unirse a dios es emular la vida de Cristo, por medio de Él se encuentra la más alta virtud: el amor. Amamos cuando llevamos a cabo actos humildes, de ahí que Jesús haya dicho amaos los unos a los otros.
La religión abraza la idea del ser moral: cada uno es capaz de gran virtud pero también de gran maldad. Al alejarnos de los actos cristianos cometemos gran maldad.
En cambio los griegos creían que debíamos desarrollar nuestros poderes de raciocinio para entender el orden moral del universo.
Platón había dicho que después de la muerte las almas de aquellos que amaban ideales perfectos y eternos irían al cielo. San Agustín modificó esto diciendo que Dios los llevaría al cielo.
San Agustín enfatizó el concepto de la voluntad, esta es nuestra habilidad para escoger entre lo bueno y lo malo y ésta habilidad es la base para la virtud más excelsa cristiana: el amor.
La voluntad humana es el poder de decidir sobre el deseo, les permite a los humanos tomar esta decisión.
Aunque es un arma de dos filos: nos permite elegir el bien, pero también nos permite elegir el mal.
Agustín describe que con la ayuda de dios podemos sobreponernos a los instintos y permitir a la razón gobernar sobre nuestros bajos deseos.
Darwin con la teoría de la Selección Natural, manifiesta que el hombre es un animal con un poder de razonamiento mayor debido a la selección natural, no porque tiene un propósito de ir con los dioses, ni porque el hombre es a imagen de dios.
Con la aparición de Paúl Sartre y el desencanto de la vida, Sartre manifiesta que estamos condenados a la libertad, podemos creer en Dios o que la misma sociedad nos moldee a sus ideas, o simplemente tomar nuestras decisiones en la libertad del pensamiento y consecuencias.
Somos libres,
Nietzsche funda sus ideas en que el hombre superior puede imponer sus ideas basado en la grandeza de pensamiento.
Los pensamientos y deseos en la mente afectan al cuerpo. Una eterna duda es la identidad del humano, tanto en el aspecto material como el de la mente. Los materialistas dicen que somos solo cuerpo.
Descartes marca que si podemos pensar en dos entidades separadas, entonces las dos existen.
¿Acaso cuando el cuerpo se debilita, la mente no sigue en pie y fuerte?
Pienso, luego existo…
compilado, traducido armado... en pedazos míos, lo siento por no citar correctamente!!!
fuentes: Philosophy, Manuel Velasquez. A text with Readings. Wadsworth.
No hay comentarios:
Publicar un comentario